Psicólogo especialista en Tratamientos y Terapias contra los Trastornos de Personalidad en Granada

TRASTORNOS DE PERSONALIDAD

Hay personas que dicen: “no tengo personalidad”. Todos tenemos personalidad.

Los psicólogos definimos la personalidad como un “patrón estable de comportamiento”.

¿Qué pasaría si las personas con las que me relaciono un día me vieran tímido y al día siguiente extrovertido, unas veces inteligente y otras poco inteligente, unos días muy cariñoso y otros frío como un témpano?

La personalidad es la forma de pensar, de sentir y de comportarnos y que se mantiene más o menos estable desde el final de la adolescencia o principio de la edad adulta.

Cada uno tiene una personalidad diferente a los demás. Es como la huella dactilar. No hay dos iguales.

¿Qué son los trastornos de la personalidad?

Cuando nuestra forma de ser, nuestra personalidad, se desvía un poco de la normalidad, por ejemplo, somos un poco más desconfiados o dependientes, no hay ningún problema.

Pero cuando esa desviación respecto a lo que se considera normal en nuestra cultura es muy acusada aparecerán los problemas. Ocurrirá que o nos sentiremos mal (malestar clínicamente significativo) o se verán afectadas algunas de las áreas importantes de nuestra vida: familiar o pareja, trabajo o estudios, social, etc. Es entonces cuando decimos que tenemos un Trastorno de la personalidad.

Hay personas que asocian los trastornos de la personalidad con trastornos muy graves. Esto no es así. La gravedad del trastorno de la personalidad dependerá del tipo y de lo acusados que sean los síntomas.

Encontramos a muchas personas que han sido diagnosticadas de Trastorno de la personalidad. Sin embargo, se debe especificar de qué trastorno de la personalidad se trata.

A continuación detallamos los principales trastornos de la personalidad con una breve definición:

  • Trastorno histriónico: Teatralidad del comportamiento. La persona tiene que ser siempre el centro de atención. Se exageran las expresiones emocionales (risa o llanto).
  • Trastorno dependiente de la personalidad: La creencia de que el mundo es un lugar hostil y que se necesita una persona de apoyo para poder desenvolverse en él. La creencia: “Necesito tener a alguien para ser feliz”. Aguantan demasiado en las relaciones de pareja por miedo a perderlas y cuando se rompen las relaciones se hunden totalmente.
  • Trastorno esquizoide: Restricción de las emociones. No experimentan las emociones en el mismo grado que los demás. La expresión de las emociones también está reducida. Prefieren las actividades solitarias a las sociales. No tienen interés en formar una familia ni en las relaciones sexuales.
  • Trastorno esquizotípico: Personas solitarias. No tienen ni un amigo de confianza. Evitan las relaciones sociales. Pensamiento y comportamiento raro o extravagante.
  • Trastorno paranoide de la personalidad: Desconfianza excesiva hacia los demás, incluso hacia su familia o amigos. Interpretan situaciones neutras como ataques personales. No olvidan las ofensas. Sensación de que todos están en contra de ellos.
  • Trastorno narcisista: Creen ser personas especiales y exigen ser tratados como tales. Elevadísima autoestima. Excesivamente pulcros a la hora de vestir. Sentimientos de superioridad hacia los demás.
  • Trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad: Excesivamente perfeccionistas, moralistas, ordenados y meticulosos. Pero llegan al punto de cuidar tanto los detalles que olvidan el objetivo principal. Poco eficientes en el trabajo o estudio. Valoran excesivamente el dinero y el ahorro.
  • Trastorno antisocial de la personalidad: La psicopatía. Ausencia de culpa o remordimiento. Se aprovechan de los demás. Pueden causar daño a objetos, personas o animales. Problemas con la ley.
  • Trastorno evitativo de la personalidad: Creencia de que los demás los van a rechazar. Excesivamente preocupados por la evaluación que puedan hacer los demás de ellos. Susceptibles a la crítica. Evitan las relaciones sociales. Solitarios. No desean las relaciones sociales.
  • Trastorno límite de la personalidad: Inestabilidad extrema. Reacciones de ira desproporcionada. Pueden tener episodios depresivos muy intensos pero breves. Problemas con el control de impulsos: gastos excesivos, alcohol o drogas, sexo. Conductas autolesivas. Se dice que están siempre “suicidándose o pensando en suicidarse”.

Como hemos apuntado, no todos los trastornos de la personalidad afectan gravemente a la persona o las áreas significativas. Los trastornos de personalidad: límite, antisocial, paranoide, esquizoide, evitativo o esquizotípico, en sus formas de presentación más graves, son los que causarán mayor sufrimiento e interferirán con una adecuada adaptación a la vida.

Disponemos de protocolos de intervención psicológica eficaces en el tratamiento de los trastornos de la personalidad.

No obstante, hay que tener en cuenta que la persona con un trastorno de la personalidad rara vez va a acudir a nuestra consulta con esa demanda “tengo un trastorno de la personalidad y quiero tratarme”. Lo normal es que acudan por cualquier otro problema y detectemos el trastorno de la personalidad. A veces podremos plantearlo directamente, pero la mayoría de las veces realizaremos una intervención sobre las conductas problema obviando la comunicación del psicodiagnóstico.

El tratamiento psicológico de los trastornos de la personalidad es complejo y, al tratarse de patrones de conducta aprendidos durante años, la terapia psicológica tiene una duración mayor de lo normal, es decir, al menos 6 meses

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